¿Por qué la brújula apunta al norte?
Las brújulas destacan por estar entre las herramientas de mayor importancia que se han creado a lo largo de la historia, sobre todo dentro de la navegación y los viajes que se realizaban antiguamente.
Y si bien en la actualidad pueden no contar con la misma relevancia que solían tener en el pasado, lo cierto es que la brújula llegó a ser un instrumento indispensable para poder orientarse.
Ahora bien, la brújula se trata simplemente de una aguja imantada, cuya función no solo era conocida, sino también usada por los chinos desde hace miles años, la cual responde ante al campo magnético generado por la Tierra.
¿Por qué razón las brújulas suelen apuntar hacia el norte?
Como ya mencionamos, hay distintas clases brújulas, sin embargo, todas ellas cuentan con ese rasgo característico de apuntar al norte; así, por ejemplo, las magnéticas disponen de un imán, el cual se guía a partir de los campos magnéticos que posee la Tierra con el fin de acomodar su aguja y poder señalar hacia el polo magnético.
Y es que las brújulas funcionan gracias al magnetismo de la Tierra, o dicho de un modo más simple: el imán (aguja) presente en la brújula es atraído por otro de mayor tamaño, es decir, el de la Tierra.
En este sentido, hay que decir que el núcleo del planeta, el cual se encuentra compuesto de hierro fundido a altas temperaturas, actúa igual que un imán; además, al añadirle a eso la rotación de la tierra, termina produciéndose el campo magnético que actúa sobre la superficie de la Tierra e influye sobre las brújulas.
Como ya explicamos, cada imán cuenta con 2 polos (positivo y negativo), los cuales generan atracción o repulsión; así, al ser contrarios (positivo más negativo) los polos se atraen, y al ser iguales (negativo más negativo o positivo más positivo) se repelen, y eso mismo es lo que ocurre en las brújulas gracias al imán que compone a la aguja y el magnetismo creado por los polos del planeta.
Para entenderlo mejor, solo hay que pensar que hay un gran imán en el interior de la Tierra, el cual va desde el Polo Norte hasta el Polo Sur.
Ahora bien, cuando la aguja apunta en dirección al Polo Norte, se debe a que el imán gigante que hay en la Tierra (es decir, su magnetismo) posee su extremo sur (contrario al que tiene el imán de una brújula) precisamente en el Polo Norte, por lo que gira en dirección Norte en todo momento.
¿En qué consiste el magnetismo?
En teoría, la función de las brújulas consiste en medir ángulos horizontales con respecto a la línea magnética donde estamos; sin embargo, es posible decir que la misma siempre “apunta” hacia el Norte debido al magnetismo.
El magnetismo se trata de la fuerza causada por los imanes, es decir, fenómenos tanto de atracción como de repulsión, los cuales se generan en el interior de los átomos, y que en numerosas ocasiones se encuentran relacionados con la electricidad.
Y cuando del campo magnético de un imán se trata, se hace referencia a toda esa parte en la que el imán puede actuar sobre otros objetos, independientemente si es para acercarlos o alejarlos.
Los polos de un imán
Cada imán cuenta con una parte positiva (“Norte”) y otra parte negativa conocida como (“Sur”), las cuales son llamadas “Polos” del imán.
Los polos que tienen un mismo signo suelen repelerse y tratar de alejarse tanto como sea posible hasta llegar a un lugar en el que el campo magnético generado por el otro imán no llegue a afectarlos. Por su parte, los polos de signos distintos de un par de imanes suelen atraerse y tratar de mantenerse tan juntos como sea posible en todo momento.
¿Qué es realmente una brújula?
Una brújula se caracteriza por ser un imán pequeño y ligero que se encuentra balanceado encima de un eje que logra girar sin ninguna fricción.
Dicho imán normalmente es denominado “aguja” y por lo general está ubicado encima de un gráfico, el cual presenta los puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste); además, usualmente, el extremo de la aguja se encuentra señalado de algún modo, ya sea con un punto rojo o una “N”, a fin de indicar el norte.
Y para lograr orientarse utilizando una brújula, solo es necesario hacer que el Norte de la esfera exterior (móvil) de la brújula coincida con la dirección señalada por la punta imantada que tiene la aguja.
Partes de una brújula
Aunque hay diversas clases de brújula, lo cierto es que por lo general todas ellas están conformadas por 3 partes, las cuales son:
- Aguja magnética: Se encuentra en el centro de la base, ubicada sobre un eje, y gracias a la acción del magnetismo terrestre suele apuntar hacia el norte, mientras que su opuesto apunta hacia el sur, permitiendo así orientar la dirección.
- Anillo giratorio o limbo: Normalmente, gira fuera de la aguja y está marcado tanto con regla como con números, de modo que el 0° y 360° indican el norte (a través de la letra N), mientras que el 180° indica el Sur (mediante la letra S).
- Plataforma o base: Consiste en la parte que se encarga de sostener tanto a la aguja como al limbo.